Detuvieron a exdirector policial de Honduras por vinculaciones con el narcotráfico Latinoamérica
Las autoridades policiales hondureñas detuvieron al exdirector de la Policía Nacional, Juan Carlos Bonilla, conocido como ‘El Tigre’, quien está acusado por delitos de narcotráfico por Estados Unidos (EE.UU.) y se encontraba prófugo de la justicia.
Según detalló el ministro de Seguridad de Honduras, Ramón Sabillón, a Bonilla se le dio captura en el sector Zambrano del departamento de Francisco Morazán, en el cual está enclavada Tegucigalpa, la capital de ese país; tras lo cual fue trasladado a las instalaciones de la Policía Nacional en El Ocotal, reseñó AFP.
A Bonilla, quien se desempeñara como titular de la Policía de ese país entre 2012 y 2013, se le imputan tres cargos relacionados con narcotráfico; además de otros delitos relacionados con armas que involucran el uso y tenencia de ametralladoras y otros armamentos destructivos.
El exdirector de la Policía de #Honduras Juan Carlos Bonilla, pedido en extradición por #EEUU, fue capturado bajo cargos de ser quien "supervisaba" las operaciones de #Narcotráfico en nombre del expresidente @JuanOrlandoH , detenido en febrero. @AFPespanolhttps://t.co/sTWoSVwiH8pic.twitter.com/TbiUSsDypA
Por tal motivo, desde el 30 de abril de 2020, la Oficina del fiscal estadounidense en el Distrito Sur de Nueva York presentó una acusación formal en su contra bajo dichos cargos.
El entonces fiscal de Manhattan, Geoffrey Berman, adujo que “Juan Carlos Bonilla Valladares, exjefe de la Policía Nacional de Honduras, presuntamente abusó de sus puestos para burlar la ley y desempeñar un papel clave en una violenta conspiración internacional de tráfico de drogas».
Los presuntos delitos fueron cometidos por Bonilla de conjunto con el expresidente Juan Orlando Hernández, quien fuera detenido el pasado mes de febrero tras ser solicitada su extradición por autoridades estadounidenses, indicó otra nota de Telesur.
Por los delitos que se le imputan de conspiración para importar cocaína a EE.UU., Bonilla podría enfrentar entre 10 años de prisión y una sanción máxima de cadena perpetua.
En tanto, por uso y posesión de drogas, la sentencia mínima obligatoria es de 30 años de cárcel, y la pena máxima de cadena perpetua.
Bonilla deberá comparecer ante un juez para saber si se le dicta prisión preventiva; y con posterioridad se celebrará una audiencia de presentación y evaluación de pruebas en aras de que la justicia hondureña determine si aprueba la petición de extradición a EE.UU.